27.8.10

Despiden a fundadores del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena


Cárdenas Zurita, materialmente declara disuelto el LTCI y recomienda a los maestros que quedan, instrumentar una nueva organización a través de la Dirección de Cultura Popular, en donde serán capacitados para la ejecución del proyecto “Guardianes de Tradición”
Norma Lilí Cárdenas Zurita, les informó, en un comunicado del pasado 17 de junio, que el despido de cuatro de sus compañeros, es parte del proceso de “reingeniería” de la estructura burocrática del Gobierno del estado. (Foto: Joel Arias)
CECILIA VARGAS
Aún cuando el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, no se encuentra entre las dependencias, organismos descentralizados o desconcentrados en los que suprimirán empleos, según el decreto 013, la dirección del Instituto Estatal de Cultura, comenzó despidiendo a los fundadores.
A los demás veinte integrantes del LTCI -institución teatral de más de 25 años, fundada durante el gobierno de Enrique González Pedrero- la profesora Norma Lilí Cárdenas Zurita, les informó, en un comunicado del pasado 17 de junio, que el despido de cuatro de sus compañeros, es parte del proceso de “reingeniería” de la estructura burocrática del Gobierno del estado.
En el mismo documento, Cárdenas Zurita, materialmente declara disuelto el LTCI y recomienda a los maestros que quedan, instrumentar una nueva organización a través de la Dirección de Cultura Popular, en donde serán capacitados para la ejecución del proyecto “Guardianes de Tradición”.
El edificio que le fue concesionado al LTCI, por un acuerdo suscrito el 7 de agosto de 1989, por el entonces director de lo que en ese tiempo se llamó Instituto de Cultura de Tabasco, Francisco Peralta Burelo, el director del LTCI, José Armín Vázquez Martínez y otros integrantes del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, por sexenios olvidado, ahora luce recién pintado y con el logotipo del IEC.
Pero adentro, bajo cerradura, se mantienen desde ayer, día y noche, los veinte maestros de danza y teatro del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, los cuales después de conocer hacia donde se dirige la “reingeniería“ en el IEC, se niegan a abandonar el edificio del LTCI, hasta que la maestra Norma Cárdenas no dialogue directamente con ellos.
En entrevista dentro del edificio, la maestra Candelaria Valencia Sánchez, dijo a La Verdad del Sureste, lo que queremos es que la maestra Cárdenas dialogue con nosotros, porque no sabemos como vamos a quedar.
El otro punto, prosiguió, es que queremos nos deje ocupar no todo el edificio sino una parte para poder seguir trabajando, para que cuando nos pidan que presentemos una obra, podamos concentrar ahí los grupos con los que trabajamos en seis comunidades del estado, como siempre lo hemos hecho.
Valencia Sánchez mencionó que aún cuando las autoridades de cultura desde hace alrededor del cinco años no asignan presupuesto al LTCI, los maestros siguen trabajando con niños, jóvenes y mujeres en Villa Quetzalcóatl, Balancán; Redención del Campesino en Tenosique; Simón Sarlat, Centla y Mazateupa, Nacajuca.
Todos estos años hemos trabajado con recursos que nos han proporcionado otras instituciones, porque el gobierno del estado no les da.
El LTCI tiene 27 años de trayectoria, por eso lo defendemos y los cuatro despedidos José Armín Vázquez Martínez, María Francisca García Pérez, Bélgica Ojeda Morales y Adalberto Sánchez Morales, tenían entre 25 y 20 años trabajando en el LTCI.
Los veinte que quedamos tenemos entre 25 y 15 años en el LTCI, afirmó.
Mencionó que el martes de esta semana, personal del jurídico del IEC y de la Secretaria de Gobierno, prácticamente les dijeron que el LTCI “está fuera” y que nos iban a reubicar.
Les recordamos que disponemos de un documento que establecen las relaciones entre el LTCI y el Instituto de Cultura y ellos respondieron que ese documento no tiene ningún a validez, nosotros sostenemos que si y se los vamos a demostrar.
Candelaria Valencia reiteró que lo que ellos quieren es un diálogo con la directora general del IEC, maestra Norma Cárdenas, para llegar a un buen acuerdo.
“¿Por qué esa gente habla de cultura y de apoyar a los pueblos indígenas? Pareciera que, por el contrario, no saben de cultura”, agregó la maestra Candelaria Valencia Sánchez.